#75: La mejor alerta que he recibido.

Mi compadre me dijo el sábado que pasaría por mi casa más tarde con una cosa; nunca imaginé que llegaría con una lavadora nueva y menos que me ayudaría a instalarla...me dio una lección de generosidad y humildad que me dejó sin palabras.

#74: Insecto volador no identificado

Yo estaba jugando a los castores con mi hijo, en el río que se formó después del huracán Alex, cuando de repente, el pequeño se levantó asustado y corrió hacia el auto, al sentirse amenazado por una mariposa.

#73: ¿A qué huele el bebé que se ríe?

Hoy en día conocemos el mundo más a través de Internet, pero el olfato, el tacto, y el gusto se han quedado excluidos de este medio, de manera que ahora las experiencias se describen en términos visuales y auditivas y se comparten en texto mudo. Ejemplo: @Amigo vi en #Youtube a un bebé reírse contagiosamente cada vez que su papá decía #BING.

#72: Baño de Dios

Hoy fui después de comer a visitar a Dios, y me arrodillé en silencio, dejando que mi alma se alegrara, se apacentara, y se vivificara por Su presencia real en el sagrario.

#71: Esperando a Papá

El amor filial se siente cuando llegas con tu auto a la cochera y tu hijo menor deja sus juguetes y se espera a que abras la puerta  para darte un abrazo, solo porque si.

Cuatro cosas para el cuento.

Ayer dejé que Emilio y Daniel nos contaran un cuento a Martha y a mí en vez de contarles uno yo. Esto ayuda a que los niños aprendan a presentar sus ideas en público, etc. Les pedí un cuento que tuviera 4 cosas: un mono de peluche, un bote de champú, un parque y una espada de juguete.  

A los niños les gustó mucho contarnos un cuento.  El cuento superó por mucho mi imaginación.  Por ejemplo: aprendí que la fórmula para que los osos de peluche cobren vida, incluye pedacitos de arco iris y champú.

Emilio me preguntó hoy en la mañana por las 4 cosas para el cuento de hoy y le dije: llanta vieja, mecate, árbol con grandes ramas, oso hormiguero.  Me dijo: "Mmmmh, se me ocurren cosas muy interesantes con esas cosas."

#69: Ambos eramos niños.

Un vecino, amigo mío de generación arriba, me salvó la vida cuando evitó que un Volkswagen Sedán me atropellara, al sujetar la presilla trasera de mi pantalón con su dedo, (impidiendo así mi avance), justo en el momento en que me bajé de la banqueta y pasaba zumbando el coche.

#68: Cómo perdí la cinta de mi zapato.

Recuerdo que durante un retiro espiritual de fin de semana para jóvenes, llegó el momento de rezar el Via Crucis y no teníamos un crucifijo para encabezar al grupo de peregrinos; así que confeccionamos uno muy rústico con dos trozos de madera y la cinta de mi zapato.

#67: La vez que me sentí papalote.

Con un arnés bien apretado, pero salvando tus partes nobles, no dejas de correr hacia el bote que te estira hasta que tus pies ya no tocan la playa; después: te elevas, disfrutas el paseo, la vista, la brisa y el sol; al final desaceleran y tiras un poco de las cuerdas en la dirección en la que quieres descender...la altura no te da problema porque te sientes protegido por el paracaídas y el mar.

#66: Mis hijos jugando en el parque.

Mi hijo mayor utilizando su teléfono grabó en vídeo a mis dos hijos pequeños, los cuales primero juntaron todas las hojas secas, y después de tomar distancia, ambos corrieron para lanzarse al montón; al caer quedaron completamente cubiertos, hasta que una por una emergieron sus cabecitas.

#65: Indulgencia plenaria

Al atardecer del domingo rezamos en familia el Santo Rosario y al final ofrecimos por las intenciones del Papa: 

  • un Padre Nuestro, 
  • tres Aves Marías, 
  • un Gloria y 
  • un Credo;
ya solo nos falta confesarnos y comulgar para ganar la indulgencia.

#64: De parte de los Reyes Magos.

Mientras duró mi infancia, cada día 6 de enero, una bota de terciopelo rojo, adornada con motivos navideños y rellena de dulces mexicanos y algunas monedas, amanecía para mí, junto a otra muy parecida para mi hermana, a un lado del pino de Navidad.